Jugadores de la clase de Diego Bucci no sobran. Es que en el fútbol flotante de estos días, sobre todo en categorías de ascenso, es difícil encontrar referentes eternos o esos hombres-leyenda que hacen de un club su hogar de años. Sin embargo, el volante oriundo de Río Gallegos (Santa Cruz) logró lo que muy pocos en Santamarina de Tandil, desde donde se vino derechito a San Martín.
La primera experiencia de Bucci como “aurinegro” fue en 2004, y se quedó en Tandil hasta 2006. Luego probó suerte en Platense y en Brown de Puerto Madryn, para regresar en 2008 a Universitario (de la misma Tandil). Sin embargo, Santamarina lo volvió a acunar en 2009, justamente hasta este 2015, cuando Darío Tempesta lo llamó para integrar la lista de “santos” que buscarán el ascenso a la B Nacional.
La historia de “Dieguito”, que tiene ya 32 años, está llena de esa experiencia que un equipo como San Martín necesita en estos tramos de Federal A. “Tuve la suerte de integrar procesos éxitos y quedar en la historia de un club como Santamarina. El desafío ahora es repetir al menos una parte de todo eso acá”, contó Bucci, quien jugó en el Argentino A y B, además de la B Nacional 2014, y ya va en busca de nuevos éxitos como soldado de La Ciudadela.
Primeras presentaciones
Fue shockeante para Bucci verse con otros colores cuando le tocó entrar de arranque ante Juventud Antoniana de Salta y Mitre de Santiago del Estero, en el último cuadrangular. Cambió ocho años de amarillo y negro por el rojo y blanco “santo”, y no desentonó. Todo lo contrario, Bucci fue una de las figuras del equipo en ambos partidos.
“Estar acá después de todo lo que pasé en Tandil me tiene muy ilusionado y sobre todo, con muchas ganas de hacer cosas importantes”, jura esperando ser parte de otra historia. La de un San Martín campeón, claro.
“También tuve la suerte de estar jugando siempre finales, y de haber ascendido tres veces”, hace números Bucci, consciente de lo difícil que resultó la categoría para un equipo como Santamarina y lo complicada que será para San Martín, pero avisando estar preparado para aportar lo suyo. “Uno, que ya participó de planteles ganadores, sabe cuando la cosa comienza bien”, avisa haciendo referencia a estos primeros tiempos.
Hombre récord y ejemplo
Más allá de lo que Bucci pueda aportar para la misión de un club que está obligado a volver a los primeros planos del fútbol nacional, está el hecho de su presencia como compañero. No son muchos los jugadores que logran superar la barrera de los 100 partidos en un club de ascenso, y él llegó a 202 en Santamarina. Según datos oficiales de ese club, jugó 160 cotejos como titular, 34 en el Torneo Argentino B, 119 del Argentino A y siete en la B Nacional de la temporada pasada (ingresando en 42 oportunidades desde el banco de suplentes).
“Siempre estuve convencido de lo que elegía. Pasé muchos años allá pero cada vez que tenía ofertas para irme sentía que había ascendido para ser el jugador de Tandil que logró todo en un club importante de esa ciudad. Y hasta que no lo conseguí no me fui”, cuenta Bucci. Y lo hace pensando en que todos los pibes que esperan su lugar en San Martín, club donde nacieron, pueden repetir su historia si se lo proponen.
“Creo que hoy se puede dejar tu nombre en la historia de un club. Si algunos de los chicos de aquí -que hasta son hinchas de San Martín- tienen la chance de lograr un ascenso, será muy difícil que no pongan voluntad para quedarse y seguir escalando”, opinó Bucci, preparado para ser espejo en La Ciudadela.